jueves, 31 de enero de 2008

Oh Dear!

[Hay que escuchar la canción]

La cocina es demasiado estrecha y no hemos dormido nada. Así que es normal que estés mosqueado, que yo ande suscestipble. Tengo las manos de trapo, me dices que tenga cuidado, me altero y se me caen las tostadas.

¡Qué le hago si no me gusta que me corrijas!

Discutimos.

Te acuso de papaísmo, me acusas de pasotismo. Entran los amigos, ¿por qué no? Parece que la cosa es herirse.

Me cierro en banda, cruzo los brazos, cierro los ojos y frunzo toda la cara. Te desesperas, opinas que no merece la pena hablar con quien no te escuchas y el portazo indica que te has ido.

Pienso. Piensas.

Pasan las horas.

Toctoc. ¿Quién es? Vengo a parlamentar. Alzas una ceja. Sí, que pasa, soy así.

Me dices que lo sientes, que no eran formas de hablarme. Que no lo volveras hacer. Te digo que lo siento. Que soy una cabezota.

Pongo esta canción. Me quito los pantalones. Vuelves alzar una ceja. Se te va a caer de tanto usarla. Llevo las bragas de vaquita.

Y canto:

OHHHHHHH DEAAAAAAAAAAR!!!!!!!!!! OOOOOOOH DEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAR!!!!
MY HEAD IT TENDS TO STRAY AWAY SOMETIMES I CANT SEE CLEAR

OHH DEEEEEEEEEEEEEEEEEAR!!!!!!!!! OOOOOOOOOH DEEEEEEEEEEAAAAAAAR!!!!
IN SPITE OF ALL THE THINGS I SAID, I ALWAYS WANT YOU NEAR!!


Te tapas los oidos. ¿Qué debería ir a OT? Salto sobre ti. ¡¡AARRGH!! ¡Te voy a comer! ¿Hacemos el amor?